En muchas oficinas, la idea de renovar la máquina de café suele parecer una decisión sencilla… hasta que empieza la búsqueda. De pronto aparecen términos como “superautomática”, “grupos de café”, “cápsulas” y costes de mantenimiento que complican lo que parecía una compra rápida.
No es raro encontrarse con la misma duda: ¿cómo elegir la máquina de café ideal para empresas que garantice buena calidad, sea práctica y no dispare el presupuesto?
Si estás en ese punto, sigue leyendo. Aquí vamos a responder a las preguntas más frecuentes y a darte claves objetivas para que tu empresa acierte en la elección.
Máquinas de café para empresas: lo que conviene saber antes de decidir
Elegir una máquina de café para empresas es, en cierto modo, como incorporar un nuevo recurso a tu equipo: debe adaptarse al ritmo diario, a las necesidades reales y, sobre todo, no generar problemas inesperados.
Una mala elección puede traducirse en cafés de sabor pobre, averías constantes o costes ocultos que nadie había previsto. En cambio, acertar con la máquina adecuada puede convertirse en un pequeño lujo diario que mejora la satisfacción y la productividad en la oficina.
Aquí tienes lo esencial que conviene tener claro antes de tomar una decisión.
¿Automática, de cápsulas o tradicional?
“Queremos algo sencillo, pero que el café siga sabiendo bien.” — comentario frecuente en empresas de distintos sectores.
- Máquinas de cápsulas → perfectas para espacios pequeños o cuando se desea variedad de sabores. Su manejo es muy sencillo y limpio, aunque el coste por taza suele ser más elevado y hay que gestionar el volumen de cápsulas usadas.
- Máquinas tradicionales → las de barista, con grupos manuales. Requieren cierta destreza, pero ofrecen la mejor calidad en espresso. Son recomendables para empresas que quieran diferenciarse por la calidad del café ofrecido a clientes o empleados.
- Máquinas de filtro → prácticas si en la empresa predomina el consumo de café americano y en grandes cantidades. No permiten hacer espresso, pero son rápidas y económicas.
- Máquinas expendedoras de café → ideales para empresas con mucho tránsito de personas o para zonas comunes donde se desea ofrecer café y otras bebidas calientes o frías de forma autoservicio. Aceptan distintos métodos de pago (monedas, tarjetas, apps) y permiten ofrecer café, chocolate, infusiones e incluso snacks.
¿Cuánto café se consume realmente?
Un error habitual es subestimar el consumo diario. Muchas empresas eligen máquinas demasiado pequeñas y descubren, pocas semanas después, que se quedan cortas.
Para evitarlo, conviene responder preguntas como:
- ¿Cuántas personas trabajan en la oficina?
- ¿Cuántas tazas de café se consumen al día?
- ¿Se ofrecen bebidas también a clientes o visitas?
“¿Y si se avería la máquina?”
Una duda muy común y totalmente válida.
Aspectos a considerar:
- Soporte técnico → es fundamental saber si el proveedor ofrece servicio técnico rápido, qué cubre la garantía y cuáles son los tiempos de respuesta.
- Facilidad de limpieza → cuanto más sencilla sea de limpiar, menor riesgo de fallos o averías.
- Coste de reparaciones → en ocasiones, máquinas económicas acaban resultando más caras si las piezas o el servicio técnico tienen precios elevados.
Calidad del café: la máquina no lo es todo
Por muy avanzada que sea la tecnología de una máquina de café para empresas, la materia prima sigue siendo clave. La calidad del café es fundamental para ofrecer una buena experiencia, tanto a los empleados como a posibles clientes o visitas.
Algunos puntos a tener en cuenta:
- Tipo de café → Si eliges cápsulas, revisa la variedad de sabores disponibles, la calidad del café y el coste por unidad. Con café en grano, busca proveedores de confianza que garanticen frescura y un buen tueste.
- Compatibilidad → No todas las máquinas aceptan cualquier tipo de café o cápsula. Es importante comprobar qué formatos son compatibles antes de decidir.
- Sabor constante → El café debe mantener siempre el mismo sabor y aroma, algo que depende tanto de la máquina como del producto que utilices.
- Imagen corporativa → Servir un café de calidad refleja cuidado y profesionalidad, y puede marcar la diferencia en la percepción que tienen empleados y visitantes de tu empresa.
Invertir en buen café no es un gasto superfluo, sino una parte esencial de la experiencia diaria en la oficina.
Diseño y espacio disponible
Aunque pueda parecer secundario, el diseño cuenta, sobre todo si la máquina estará en lugares visibles, como la recepción o las salas de reuniones.
Además, es recomendable analizar:
- ¿Hay espacio suficiente para colocarla?
- ¿Necesita conexión a la red de agua o enchufes adicionales?
- ¿Produce ruidos que puedan molestar en oficinas abiertas?
Presupuesto: más allá del precio de compra
Centrarse únicamente en el precio de compra de la máquina de café para empresas puede ser un error. El coste real de ofrecer café en la oficina incluye muchos más aspectos que conviene tener en cuenta para evitar sorpresas.
Uno de los puntos clave es no fijarse solo en el precio por kilo del café, sino en su rendimiento real. Puede parecer tentador elegir un café más económico al kilo, pero si necesita más cantidad para preparar cada taza, el gasto final será mayor. En cambio, un café de mayor calidad, aunque tenga un precio por kilo más alto, suele ofrecer mejor rendimiento y sabor, reduciendo el coste real por taza.
Ahora que conoces los factores clave llega el momento de comprobar todo en la práctica.
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La pausa para el café en la oficina desempeña un papel importante en el contexto del bienestar de los empleados, influyendo positivamente en la moral, la creatividad y la colaboración, elementos cruciales para un entorno de trabajo estimulante y productivo.
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